¿Habéis estado alguna vez, o estáis ahora, enamorados? Si la respuesta es afirmativa, sabréis de los
síntomas que alertan de este mal. Una extraña desazón en el estómago. Una fijación
enfermiza por la persona amada. Un
remolino sin fin en la cabeza que impide fijar la atención en alguna otra cosa
de interés. Ni siquiera un Atlético de
Madrid-Barza acalla los gritos en tu cabeza.
- ¿A qué viene esto?
Salvando las diferencias, no he encontrado una comparación más
cercana, teniendo en cuenta que somos hombres y que no se nos puede pedir demasiado. A lo que iba. Un estado parecido es el que me
ha, (nos ha) embargado durante toda la semana.
Los Reyes magos fueron generosos, muy generosos siendo sincero. Teniendo en cuenta que conozco de primera mano cómo me he portado durante el año y que la
nota que me doy es así, así, no me lo explico.
Pero en fin…
¡ Una bicicleta nueva
¡
El regalo con el que soñaban todos los niños en mi niñez. Y como niños nos comportamos durante la
semana Miguel, mi sobrino, y el que habla. Martes, miércoles, jueves, viernes,
SABADO, por fin, hoy podremos estrenar la bicicleta que hemos
estado mirando como bobos durante la semana.
Imaginando como sería el flotar sobre los caminos montando en estas
alfombras con ruedas.
Quedamos hoy, segundo sábado de Enero al venir el día
en la salida de las Cruces, que también es la llegada de las Cruces. La intención primera, es la presentación de la bicicleta a
la Virgen de las Cruces. No sé si lo sabéis
pero en Calabazonia se tiene la costumbre de llevar a la Virgen el vehículo que se adquiere nuevo, aunque no lo sea, ya
sea coche, moto o como en nuestro caso bici.
Cumplimos con la costumbre y seguimos en dirección al
buche. Hoy es de esos días que salen
raros. Primero salimos tarde con el
ajuste de mis calas. Segundo la parada
en las Cruces. Tercero, nos encontramos con Angelito en el Buche que
esperaba a los Cruzcambike y esperamos con él hasta que nos cansamos de
esperar. Demasiadas esperas. Como hoy estamos obligados a no esperar, lo abandonamos y
seguimos en dirección del puente de Santa Natalia. Podemos hacer cientos de kilómetros para ver
paisajes impresionantes en medio mundo y
lo hacemos, y como contrapartida abandonamos los cuadros más
bonitos de nuestra casa, los menospreciamos y ni siquiera los conocemos. Ningún paisaje es profeta en su tierra.
Tan sólo cuatro, en la foto con cara de foto.
Y aquí se acaba la ruta.
El núcleo de la rueda de atrás de mi bici se va al carajo. ¡El Núcleo¡ No sé
exactamente qué significa, lo que más me suena es: !Que peli más buena¡.
Dos cámaras, un remolqué, un teléfono, Juan Pedro, mi sobrino con su
coche, un rescate y al taller. Lo
siguiente es la hora que pasamos tomando la cerveza con coca cola en la llegada de las Cruces.
Un aliciente que tiene este punto es el
escaparate. Por explicarme, viene a ser
un Salsa Rosa pero con bicicletas de montaña y de carretera. Por allí pasan todos los frikis de la
bicicleta. Para los tímidos un
tormento. Para gente como Justo o Miguel
un paraíso. Jodios… conocen a “tol mundo”.
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