La verdad que le tengo que dar la razón, que es un sacrificio tener que levantarte un domingo temprano para salir a embarrarte, mojarte y llegar destrozado por el castigo de las cuestas. Es un sacrificio sufrir las continuas bromas de Justo, que en cuanto te descuidas se te cuela en el charco que tienes delante y lo vacía salpicándo. No voy a entrar a enumerar todos los inconvenientes que tiene esto, pero el colmo es cuando llegas al pueblo como hoy con el verde del maillot y culotte totalmente escondido tras una gruesa capa de barro rojo. Que alegría le damos a la señora. La entrada llena de barro. La cocina llena de barro, la fregadera del patio.
Ella grita tan contenta: !Qué bonito es el ciclismo¡
Conozco a un mtb al que su mujer obligó a cambiar el ciclismo de montaña por el de carretera por culpa del maldito barro. No me extraña. Como niños jugando a chapotear en los charcos.
- Hombre que ya tenéis unos añitos, me dice mi primo, sentad la cabeza. -¿No podríais iros al furbo y al bar como nos vamos tos los hombres de bien? Y después encima para mas inri os hacéis fotos y las ponéis en Internet. ¿No tenéis sentido del ridículo? Hombre sacad por lo menos pecho y meted barriga.
Después de esto, ¿como voy a salir de nuevo con la bici? Tendré que releer los estatutos del buen mtb. Las razones que me llevaron a salir con la bici. En lugar de eso podría intentar contar lo bueno que ha tenido nuestra salida de hoy. A ver si así.
Para empezar contar que hoy sale por primera vez con el grupo Eugenio Morcillo, el último fichaje. Antes opinaba que si algo tienen de bueno estas salidas es que conoces, hablas y confraternizas con mucha gente. Creo que sí, que esto es positivo. O sea minipunto pal optimista.
Esa mañana aun faltando algunos dieztreinta significativos el espíritu de los diez treinta va al completo. Decidimos subir los Guzmanes, con algunas protestas, Angel opina que no es bueno subir tan fríos una cuesta así. Alguien dice, - no te preocupes que cuando llegues ya estarás ardiendo.
Los Guzmanes están hoy como una carretera. Después de las últimas lluvias, el terreno esta totalmente asentado, y las ruedas se agarran al terreno con seguridad. Arriba tenemos la pausa de reagrupamiento. Tenemos que buscar a Chus y Justo que han subido por la cuesta de los Guzmanes original un poco más a la izquierda. Hay que decir que es también más dura.
Seguimos en dirección de la Cabra. Sabemos que siguiendo este camino la opción razonable para subir a la caseta es el empedrado. Pero esta es una opción temible. Angel hoy no está inspirado y propone bajar por cabeza redonda para evitarla, no cuela.
Los caminos que recorremos están de maravilla. Por estos caminos nos quejamos del verde de los campos, tan variados e intensos. Protestamos por el fuerte olor a Jara que nos impregna por todos lados. Por las continuas bromas de Justo y Antonio que nos hacen reir. Por fín llegamos hasta la base de la Cabra y afrontamos el empedrado. Hacia algún tiempo que no intentábamos subir, pero hoy está la subida posible. Más asentadas las piedras y sin tierra suelta. Esto sin embargo no le quita un ápice de dureza. Nos agrupamos e iniciamos la subida hasta el mirador, donde nos afotamos y vituallamos saludando a los moteros que han salido de ruta.
Para que os hagáis una idea de lo negativo que es esta actividad y la cantidad de mala gente que hay, un detalle. En uno de los numerosos charcos que se cruzan en nuestro camino, nos esperan emboscados Justo y Chus que arrojan piedras a nuestro paso para calarnos de arriba abajo. ¡Que malas personas que son! ;)
Llegamos al puente de la pared, y como no, las dichosas trialeras de siempre. Tan peligrosas con los peñascos, hoyos, charcos y barro. Y tan divertidas.
Al llegar al molino de Romero paramos para hacernos una foto y disfrutar del paisaje. La verdad es que está bonito el jodido. Justo no se quería venir, no entiendo porque.
Hoy la falta de actividad pasa factura a Malpi y a Antonio. Lo ideal es que, además de salir todos los domingos es el salir un par de días mas entre semana, pero esto no siempre es posible con las obligaciones familiares y de trabajo. El grupo para a tomar la cervecita. Yo, pido disculpas, pero tenía prisa y no paro con el grupo. Otro día será.
No hay comentarios:
Publicar un comentario