lunes, 3 de febrero de 2014

Un paseo por las nubes.



Esta mañana salimos.  No sabíamos dónde ir.  En los previos se decía:
-Depende del viento, si tenemos mucho, poco.  Si poco, mucho…
Las ocho y media de la mañana. ¡Qué buena mañana hace¡
“Estamos en la salida de las Cruces.  Saludos… ¿Qué tal? Tío….”
-Hola Raúl.
Raúl es mi vecino y además de buena persona, forma parte de la peña “Los Perdios”
-Hola…
-¿Dónde vais?
- Hoy, me dice, nosotros no vamos de ruta.  ¡Vamos de Misión!  Tenemos una  misión que cumplir, ¿sabes? , ¿Conoces a  nuestro compañero, (Javi Averías)?.
-“No, no lo conozco. Solamente, sé.  Sé que  sufrió un Ictus. Sé que está muy grave,  se le paralizó medio cuerpo, que el otro medio no puede ni utilizar su voz para decir hola siquiera. Sé que algo así es terrible para cualquier persona.  Sé que algo así es horrible para alguien  que necesita del deporte para vivir”…
- Mira, él tenía debilidad por la Cabra. “El Puerto de la Cabra”.   Nadie  como él para saber lo que significa esta ruta… Lleva años pasando y disfrutando sus cuestas, sus piedras, sus plantas, todo.  Hoy, llevamos un objeto  personal de Javi Averías. Cuando lleguemos allá, lo esconderemos.  Es un acto simbólico de homenaje.  Más adelante en Marzo o primeros de Abril queremos hacer una ruta para obtener unos fondos para ayudarlos.  ¿Sabes? Javi estaba en paro, y su mujer ahora, tampoco trabaja, está con él, atendiéndole. Queremos pedir la colaboración de mucha gente para ayudarlos.
-Cuenta con nosotros, Raúl. Si algo tiene de bueno la gente del deporte, es la solidaridad. Sin intereses comerciales, sin segundas intenciones.  Cuenta con nosotros Raúl. 
No me atreví a preguntarte:
-¿que llevas?
- ¿Qué le dirás a Javi? :
-Oye, si lo quieres recuperar, ya sabes lo que tienes que hacer.  Subir.
-Un gesto precioso.  La mejor motivación para un amigo verdadero.
-¡Ojala suba!, Ojala me adelante a toda pastilla mientras le miro asombrado. ¡Ojala!
Después de esto Raúl y su colega siguen camino, nosotros esperamos en la cuesta del Buche para reagruparnos y seguir en dirección a la  Puerta de la Reserva.

Ni rápido ni despacio: Bromas, ríos, charcos, empujones, chistes.   Ningún incidente  ni accidente que lamentar.
Al llegar a la puerta de la Reserva, Fotos. 




Nos quitamos el casco para la foto.  Dice Angel que su hermana Paloma no nos reconoce con él puesto.



 Picón, siempre partiendo nada más llegar, (difícil vida la del camionero), se da la vuelta. Otro que se da la vuelta es Ramón, mi vecino.  No voy a decir nada que no haya dicho ya sobre los deberes familiares.
   El resto entramos en la película.  Pues eso se me antoja al atravesar el paso de la puerta de la Reserva.  Es como si entraras en otro mundo, ajeno totalmente al plan Badajoz y a sus necesidades de rotulación y regadío.
Esta mañana, con el compañero de trabajo de Taruguez, Víctor, otro más, nos adelantamos. En nuestro deambular se nos cruzan dos ciervos, además de un cortafuego matador.


 Cuando llegamos pensando en esperar, nos pitan… Por lo visto hemos hecho dos kilómetros más que el resto por el “Atajo” que tomamos y llegamos los últimos.  Esto me hace reflexionar,  porque no me importa llegar el último:
-Si yo quisiera hacer el camino más corto, hubiera venido por la carretera…
-Si yo quisiera llegar antes, hubiera venido en coche.
-Si yo no quisiera cansarme, me hubiera quedado en casa en cama…
El llegar al Castillo es un puro espectáculo.   Mtbman salen por todos los recodos, por todos los caminos.  Vienen de Quintana, de Mérida.   Como no podía ser de otra forma, ¿Quién iba a conocer a esta peña?,  Si, Justo. Digo que Justo los conocía.  Dice:
-          Yo con este me pillé unas borracheras…
-          Sigue: Es que cuando recuerdas a un amigo tras una borrachera, este es para siempre… O lo odias para siempre o lo quieres para siempre. La tontería que nos impide querer a las personas que lo merecen y demostrarlo, desaparece momentáneamente con el alcohol.
Las fotografías al grupo nos la hace Dani.  Un motero solitario, que trabaja en Maderas Romero y al que conoce todo Don Benito.

Una gran imagen de convivencia improvisada.



Después del avituallamiento: las despedidas, el quedar para la ruta, espero, de Quintana. Iniciamos la bajada.  Otro atajo, este bueno.   




 Al pasar la puerta, tenemos el primer incidente.  La Pájara, la temida pájara hace acto de presencia en el cuerpo de Víctor, el nuestro, no el compañero de Miguel.  La debilidad, el mareo y el dolor le llega como un mazazo terrible. 

-Tranquilo, si ves que no puedes tirar, te  remolcamos.   Tranquilo, que no hay prisa.
-No te tienes que sentir culpable, le decimos.  La pájara, afortunadamente,  no es exclusiva tuya.  Es una frívola que ha jugueteado con todos nosotros en una ocasión u otra.
A partir de aquí: piano, piano.   Nos bajamos de las bicicletas en la cuesta del buche.

 Subiendo nos adelantan Los Ruteros: “Manuel, Manolo magdalena, José el Jabeño, Julio… toda la peña de regreso a toda pastilla.  Tres todoterrenos haciendo caballito en la cuesta, nos obligan a irnos al sembrado. Ya cuesta abajo llegamos más rápido con mucho más frío que al salir.
Si algo hay que lamentar además de la pájara, es que no hay cerveza.  
¡NO HAY CERVEZA!  ¡ NO HAY CERVEZA!
No tenemos perdón, ni  de Dios,  como diría mi abuela, ni de matanza.

Coloco el enlace para el que quiera bajar de una vez todas las fotografías de hoy.

La Pajosa 2 de Frebrero

                                                                                                                                                                 Crónica Pp@gu@

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